Sentado en la playa

Sentado en la playa, uno observa el mar, las olas que vienen y van. Si uno puede contemplar ese mar, el centelleo de luz deslumbrante y las claras aguas -contemplarlo con todos los sentidos despiertos- en esa observación no hay un centro, no existe un ‘uno’ que esté observando.

Sentado en la playa uno observaba los pájaros, el cielo, y escuchaba el sonido distante de los automóviles que pasaban. La vista alcanzaba hasta el horizonte donde el cielo se encuentra con el mar. Observando sin un solo pensamiento, sin ninguna reacción, observando sin identidad, sólo ese infinito observar. Observando los pensamientos que surgen y luego se desvanecen, pensamiento tras pensamiento, el propio pensamiento se vuelve consciente de sí mismo. No existe un pensador que observe al pensamiento, el observador es el pensamiento.

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Sentado en la playa, mientras uno observa a las personas que pasan, parece que toda la naturaleza, todo lo que a uno lo rodea, desde el profundo mar azul a aquellas altas montañas rocosas, también están observando. Estamos observando, no aguardando, no esperando que ocurra algo, sino solamente observando sin fin. En esa observación hay un aprender, no la acumulación del conocimiento mediante el aprendizaje -lo cual es casi mecánico- sino una atenta observación, una observación no superficial sino profunda, viva y afectuosa; entonces no existe ahí un observador.

La observación es algo tremendamente vital, un vacío a cada instante. Esos pequeños cangrejos y esas gaviotas y todos esos pájaros que pasan volando, observan. Están atentos a la presa, al pez, a algo para alimentarse; ellos también están observando.

Pasa alguien junto a uno y desea saber qué estamos observando. Uno no observa nada, y en esa nada está todo.

El Último Diario

9 respuestas to “Sentado en la playa”

  1. PAZ A TODOS dice:

    Está bien…Todo eso es real y está frente a nosotros, delante de la punta de nuestras narices. Entre nosotros y la experimentación de esta realidad aquí descrita, solo se interponen falsas capas de pensamiento artificial.

    • Rafael dice:

      Hola, me preguntaba qué intenciones tenías al hacer este comentario. Lo has leido y has dicho: voy a comentarlo por comentarlo. Parece como si supieras de lo que estás hablando, pero ¿de verdad lo has vivido eso que dices?. Porque yo no. Parece que hoy siento algo de ira en mi interior, pero seguramente son mis intenciones de conseguir alcanzar, lo cual me lleva a la frustración, y contigo he conseguido una via de escape.
      Un saludo

      • Marta dice:

        Porque agredes a los demás con tu ira, si la sientes en tu interior haz que salga, sin arrojarsela a nadie. Quizá cada uno lo experimente de forma distinta, quizá sea tu propia soberbia quien te impida ver nada, quiza tu atribución como profeta o como mesias y como iniciado te impida ver y sentir. No juzgues porque ese comentario era sincero y el tuyo lleno de soberbia, que mientras la sientas seguirás sin ver y haciendo lo que haces comentarios y acciones hirientes. Nadie te ha elegido como maestro deja de hacer daño transmitiento tus miedos, iras, soberbias y frustaciones, existen almas puras que destrozas. Mira en tu interior y retírate a él, deja de mandar mensajitos que están haciendo sufrir a mucha gente. Cuida de los cuerpos y olvida las mentes y almas de los y sobre todo, las demas.

      • PAZ A TODOS dice:

        Pues si conmigo has conseguido una vía de escape, enhorabuena. Que quieres que te diga. Pero supongo que a lo mejor sí que lo escribí un poco a la ligera, sin acogerme a fundamentos sólidos que sustentaran mi afirmación. Simplemente me dejé llevar por lo que el texto me inspiró y quise dejar un mensaje de adhesión a la realidad que apunta . Y yo no digo, que haya vivido “eso”. Mas bien pretendo constatar que “eso” a lo que se refiere Krishnamurti, está ahí, es real, y que potencialmente todo dios puede encontrarse con ello. O me vas a negar que debajo de todas nuestras historias de vida, con sus intrigas, dolores de cabeza, comidas de olla, miserias y dolor, no subyace un verdadero estado de calma consustancial a nuestra auténtica naturaleza. Creo que eso es de cajón. Pero el que enuncie esto no significa que lo haya experimentado y que sea un experto. No te sulfures, hombre. Y cuanto mas persigas alcanzarlo, mas te frustrarás. Ese estado es algo que se habilita como consecuencia de una observación, de un ejercicio silencioso de comprensión sin intención. Y no de una persecución de un objetivo de realización interior. Porque eso es deseo, y por lo tanto, frustración. No voy de experto: Cito a Kris y a Tolle. Ya te he “respondido por responder”.
        Gracias, Marta. Has sido muy amable conmigo.

  2. Modesto dice:

    El pensamiento, como bien dice Krisnaji, no es más que la memoria de nuestra vida. Debemos olvidar que el mar se llama mar, y que la arena se llama arena, y pensar únicamente en ellas, como algo totalmente nuevo. El no “yo” está presente.
    Bueno, amigo, he conseguido alcanzar la paz interior, el silencio, gracias no a las palabras, sino a una acción sin reacción. Creo haberlo dicho bien. Siento amor por todo el mundo, sin olvidar, claro, que estamos en medio de pensamientos conflictivos que pueden tirar abajo con todo. Por ahora, tengo la fuerza para concentrarme, y no dejar que fluya el pasado.
    Si me lo permites, o permiten, aquí estaré con ustedes, para hablar de todo lo que deseen.
    Gracias.

  3. Laura dice:

    Siento que cada dia que pasa puedo estar más tiempo, o consigo estar en meditación mas veces al dia, que hace tan solo pocos meses. Para mí esto tiene mucho sentido, tengo necesidad de descubrir cosas, personas, sobre todo lugares. Necesidad de crear y hacer cosas con mi vida. Aún no he llegado pero siento que estoy cerca del universo, por decirlo de alguna manera…

  4. Ahora deja de sentir, estar sin pensamientos.
    Un abrazo sincero.
    Un amigo…

  5. pascal dice:

    No debemos juzgar lo que cada uno interpreta de un texto, un pensamiento , acción o estaremos siempre equivocándonos.
    Modesto, coincido plenamente con el pensamiento de tu escrito referente a la idea del texto. Esas sensaciones que muy bien expones solo se entienden en el momento que las experimentas. No debería haber búsqueda porque en realidad no sabemos ni conocemos qué buscar, por ello la técnica implícita para alcanzar esas sensaciones no puede ser la meditación. Solo nos queda observar sin pensar.

  6. Unomas dice:

    Parece haber una aparente contradicción en las enseñanzas de Krishnamurti. Él explicó, claramente, que las palabras son un producto del yo, del pensador. Sin embargo, él utilizó mucho las palabras durante toda su vida como vehículo de su enseñanza. Entiendo que el verdadero valor de las palabras de Krishnamurti era hacernos ver la necesidad de que éstas cesaran mediante la observación, para seguir en la observación y el silencio, sin expectativas, porque toda expectativa viene del pensamiento.

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